Problemas locales


El caso de la asamblea del Valle: Tragedia y reconciliación

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El 11 de abril de 2002 quedó grabado en la memoria de muchos colombianos y colombianas. Las imágenes registradas por las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), que daban cuenta del secuestro de trece diputados, dos funcionarias de la Asamblea Departamental y un funcionario de la Gobernación del Valle del Cauca en el corazón de Cali, se repitieron una y otra vez en los medios de comunicación.
También se difundió la noticia sobre la muerte del subintendente Carlos Alberto Cendales en medio del secuestro, del conductor Walter López y del camarógrafo Héctor Sandoval cuando acompañaban a un equipo de noticias de RCN TV (Radio Cadena Nacional) que estaba informando sobre los operativos militares de rescate de los diputados en los Farallones de Cali.

En adelante, el país presenció a veces con nitidez, a veces nublada por la avalancha de noticias de la guerra, la lucha por el intercambio humanitario de las doce familias de los diputados finalmente secuestrados. Misas, marchas, recorridos a los Farallones de Cali, plantones en la iglesia de San Francisco, foros, obras de teatro, declaraciones, actos simbólicos, le recordaron una y otra vez a la sociedad colombiana el implacable paso del tiempo para los secuestrados y sus familias.
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CALI RECUERDA SU MAYOR TRAGEDIA
El gigantesco motor de un camión Mack atravesó el cielo iluminado de rojo y entró de un solo golpe por el techo de la iglesia del Cementerio Central de Cali, a la 1:07 de la madrugada del martes 7 de agosto de 1956.

Resultado de imagen para 7 de agosto de 1956.El aparato calcinado se estrelló contra el camposanto impulsado por la explosión de 42.000 kilos de dinamita gelatinosa que se encontraban acomodados en seis camiones del Ejército, situados en la estación del ferrocarril.

Antes de caer en el templo, el motor, que pertenecía a uno de estos vehículos, recorrió por los aires unas cinco cuadras de inquilinatos y bares que desaparecieron en cuestión de segundos del sector de la calle 25 entre carreras primera y quince.Esa noche los cimientos de la historia de la ciudad fueron modificados por un resplandor rojizo que afectó 80 manzanas, dejó damnificadas a más de 3.000 personas y abrió heridas en la memoria de los caleños.

Resultado de imagen para 7 de agosto de 1956.Aún ahora, cuarenta años después de la tragedia, las autoridades y los sobrevivientes no se ponen de acuerdo sobre el número de muertos. Según el Comité de Empadronamiento, creado para atender la emergencia, la explosión ocasionó la muerte a 427 personas y produjo heridas a 2.144 más.Sin embargo, el sacerdote Alfonso Hurtado Galvis, que escarbó entre los escombros para salvar a los heridos y despedir católicamente a los muertos, asegura que 3.725 cráneos fueron depositados en una fosa común.

Tampoco se conocen las causas de la explosión. Solo se sabe que la tragedia pudo ser mayor debido a que otros seis camiones, también repletos de dinamita, fueron enviados a Palmira por orden del teniente Pedro Peña Camargo, quien notó que los doce vehículos no quedaban bien estacionados en la estación del tren.Antes de llegar a ese sitio, los camiones se parquearon frente al Batallón Pichincha, en pleno centro de la ciudad, pero un oficial dio la orden de llevarlos a otro sitio más seguro pues con motivo de la celebración del 7 de agosto se esperaba la quema de fuegos pirotécnicos en el sector.

Es mejor que no se queden aquí porque es peligroso , dijo el oficial con voz de presentimiento, según el relato de Pablo González Camargo, conductor de uno de los camiones que se salvó debido a que se hospedó lejos del sitio de la explosión.
Resultado de imagen para 7 de agosto de 1956.
Otro presentimiento parecido fue el que lanzó dos días antes Madame Laila , una clarividente oriental de ojos azules, quien al llegar al aeropuerto de la ciudad le dijo a un periodista que su visita tenía como objetivo prevenir a Cali. Aquí se vivirá una tragedia en las próximas horas , le aseguró la mujer a Carlos Guzmán, reportero del diario El Relator. La nota apareció publicada el lunes 6 de agosto en la página dos.La cruz del recuerdo Alrededor de una cruz blanca situada en la calle 25 con carrera primera, los familiares de las víctimas se reunirán hoy para rendirles un homenaje y para estremecerse con el recuerdo.

Resultado de imagen para 7 de agosto de 1956.Estos sobrevivientes, agobiados por el paso de los años, estarán parados sobre la fosa común escondida bajo un césped verde que se extiende por un corredor sin edificaciones, debido a que los barrios para los damnificados fueron construidos en otros sectores de la ciudad.Pese al impacto de la explosión, el crecimiento de la ciudad no se detuvo, por el contrario, la necesidad de reubicar a los sobrevivientes motivó el nacimiento de barrios como Agua Blanca, Bueno Madrid y la Unidad Residencial República de Venezuela.Aunque en algunos sectores todavía se observan pequeñas casas prefabricadas de metal, el paso de los años convirtió a estos lugares en zonas residenciales con viviendas de hasta dos pisos. En Agua Blanca fueron entregadas 560 casas para los afectados.El progreso de la ciudad se encargó de borrar las huellas visibles de la explosión y en especial el cráter de 60 metros de diámetro por 25 de profundidad. Solo la cruz blanca, los recuerdos y las fotos en blanco y negro perduran como pruebas de la mayor 
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Víctimas del conflicto en el Valle recibirán indemnización por más de   $ 2000 millones
Indemnizarán a victimas del conflicto armado en el ValleLa Unidad para las Víctimas en Cali anunció la entrega de cartas de indemnización a 498 víctimas del conflicto armado interno que residen en Candelaria, Pradera y Cali, en el departamento del Valle del Cauca.Se trata de un documento con el cual estas personas, que hacen parte del Registro Único de Víctimas (RUV), pueden reclamar en el Banco Agrario los recursos correspondientes a la indemnización administrativa que les entrega el Estado como parte de las medidas para su reparación integral.


Los recursos que recibirán estas personas suman un total de $2979 millones. Cada uno de ellos recibe un valor diferente, de acuerdo al hecho victimizante padecido y a la conformación de su núcleo familiar. Las indemnizaciones oscilan entre 17 y 40 salarios mínimos mensuales vigentes.En este caso, el grupo de beneficiados con la medida de reparación está comprendido por ciudadanos que sufrieron por causa del conflicto armado el desplazamiento forzado o el homicidio de familiar cercano.



Fabiola Perdomo Estrada, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle del Cauca, señaló que esta semana también se entregaron cartas de indemnización en Tuluá y Buga a 128 víctimas del centro del Valle, por $1.029 millones.“Esto significa que esta semana 626 víctimas en el Valle del Cauca fueron convocadas para recibir sus cartas, por un monto que supera los $4.000 millones. No hay dinero con el que pueda sanar el dolor que todas estas personas vivieron debido a la guerra que azotó a nuestro país. Lo que deseamos con estas indemnizaciones en apoyarlos en la reconstrucción de sus proyectos de vida”, indicó la funcionaria. Ligia, desplazada con sus tres hijos del corregimiento de Timba, Cauca, y residente en Cali, fue una de las personas que recibió su carta de indemnización en la capital del Valle, en la jornada realizada en la Fundación Carvajal (sede El Vallado) y con el apoyo de la Subsecretaría de Víctimas de la Alcaldía de Cali.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Guerra Cartel de Cali VS Cartel de Medellín

El 13 de enero de 1988, tres individuos llegaron en carro hasta el edificio Mónaco ubicado en el sector de El Poblado (Medellín), y tras descender del automotor, este explotó causando destrozos en varias edificaciones a la redonda. En el edificio se encontraban María Victoria Henao, esposa de Escobar, sus dos hijos Manuela y Juan Pablo, dos empleadas del servicio, y dos personas más. Manuela quedó con lesiones auditivas a causa del atentado mientras que las demás víctimas resultaron ilesas.
Resultado de imagen para cartel de cali contra cartel de medellinEse año marca el inicio de las ofensivas de espionaje y contraespionaje; primero Escobar le montó una operación de inteligencia al cartel de Cali; Los hermanos Rodríguez Orejuela, Santacruz y Pacho Herrera, a su vez, decidieron contratar a cinco militares retirados para constituir un servicio de espionaje contra Escobar, éste descubre a los oficiales y los secuestra, el cartel de Cali hizo entonces una propuesta de paz, a la cual Escobar pone dos condiciones: una indemnización de 5 millones de dólares por el atentado contra el edificio Mónaco, y la entrega de Pacho Herrera. Gilberto Rodríguez se negó a entregar a Pacho Herrera y los cinco ex militares aparecieron muertos pocos días después.
El 22 de junio de 1989 el cartel de Cali contrata a un grupo de mercenarios y los envía a la Hacienda Nápoles para atentar contra Escobar pero el operativo fracaso porque el helicóptero artillado donde se transportaban los mercenarios por problemas de sobrecarga se precipitó a tierra. En noviembre, después del partido de Fùtbol Profesional Colombiano entre Independiente Medellín y América de Cali fue asesinado el árbitro Alvaro Ortega por órdenes de Escobar debido a las apuestas ilegales que había con el Cartel de Cali según Popeye y Fernando Rodriguez Mondragòn.
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En 1990, aprovechando que Pacho Herrera iba a asistir a un partido de fútbol privado en una de sus fincas en un corregimiento cerca de Candelaria (Valle del Cauca), varios sicarios vestidos con prendas privativas del ejército nacional, ingresaron al lugar y abrieron fuego contra los asistentes, dejando un saldo de 17 personas muertas; sin embargo, Herrera salió ileso y escapó. El atentado fue ordenado por Escobar, quien comando un nuevo asalto contra Herrera el 27 de julio de 1991 en un balneario ubicado en la autopista que de Cali conduce a Jamundí.
La guerra se distendió tras la entrega de Escobar a las autoridades colombianas en junio de 1991, sin embargo el Cartel de Cali no bajó la guardia y en 1992 se descubrió que hubo un plan para atentar contra el jefe del Cartel de Medellín estando éste recluido en la cárcel La Catedral. En julio se intensificó la guerra cuando Escobar escapó de prisión, pero esta vez el Cartel de Cali abrió su ataque inyectando de efectivo los bolsillos de “Los Pepes”, organización criminal conformada por exmiembros del Cartel de Medellín y Paramilitares, constituida para acabar con Escobar.
Con la muerte de Escobar en 1993 se desintegró lo que quedaba del Cartel de Medellín, lo que produjo que el Cartel de Cali se quedara con el 80% de la distribución de cocaína a nivel mundial. El Cártel de Juárez liderado Amado Carrillo Fuentes, se alió con el Cartel de Cali para introducir cocaína a la costa Oeste de los Estados Unidos, llegando a transportar en un solo vuelo de aviones comerciales, 14 toneladas de cocaína pesada según datos de la Administración para el Control de Drogas(DEA).


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